El Papa peregrino recordó que "Dios no perdona el mal, sino al individuo, y nos enseña a distinguir el acto malvado que, como tal debe ser condenado, de la persona que lo ha cometido, a quien le ofrece la posibilidad de cambiar".
"Mientras que el hombre tiende a identificar al pecador con su pecado, cerrando cada posibilidad, el Padre celestial, en cambio, envió a su único Hijo al mundo para ofrecer a todos un camino de salvación", aseveró.
9. ¿Cómo podemos aplicar este pasaje a nuestra propia vida?
El Papa Francisco, dijo en su homilía de la Celebración Penitencial de "24 Horas para el Señor" de 2019, que "si queremos la liberación del mal, hay que dejar actuar al Señor, que perdona y sana. Y lo hace sobre todo a través del sacramento que estamos por celebrar".
"La confesión es el paso de la miseria a la misericordia, es la escritura de Dios en el corazón. Allí leemos que somos preciosos a los ojos de Dios, que él es Padre y nos ama más que nosotros mismos", aseguró.
De otro lado, San Juan Pablo II mencionó que en este pasaje "la situación de la mujer adúltera es ciertamente seria. Sin embargo, en cualquier condición en que nos encontremos, siempre podemos abrirnos a la conversión y recibir el perdón por nuestros pecados: 'Tampoco yo te condeno; vete, y no peques más'".
"En el Calvario, por el sacrificio supremo de su vida, el Mesías sellará para cada hombre y mujer el don infinito del perdón y la misericordia de Dios", aseguró.