El precepto de la Misa dominical es esencial en la vida de todo católico, pero resulta aún más provechoso participar en la Eucaristía de manera cotidiana, como lo han hecho a lo largo de la historia muchos grandes santos.
En un artículo publicado en el periódico Catholic Herald, el P. Matthew Pittam, sacerdote de la arquidiócesis de Birmingham en Inglaterra, reflexionó sobre la importancia de asistir a la Eucaristía todos los días.
El sacerdote recordó las palabras de San Bernardo de Claraval para definir el valor de la Misa: "ganarás más con una sola Misa que distribuyendo todos tus bienes a los pobres o haciendo peregrinaciones a todos los santuarios más sagrados de la cristiandad".