"En todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo. Por eso, la Iglesia celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de las promesas del Bautismo. La preparación al Bautismo sólo conduce al umbral de la vida nueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo, de la cual brota toda la vida cristiana" (CEC 1254).
Marge Fenelon indica también en su artículo que "el Bautismo de Jesús, de hecho, el Bautismo en general, me asegura la promesa de salvación de Dios para quienes lo buscan. Dios sabe, literalmente, que ciertamente lo busco. La Iglesia Católica llama al Bautismo 'baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo'. ¡Eso sí que es algo maravilloso para reflexionar!".
4. Un no bautizado también puede bautizar
Indica el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1256) que "son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono. En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria".