Durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, un grupo de jóvenes hizo circular entre la multitud de asistentes 30 mil "monedas de oración", promoviendo una cadena masiva de oración por el Papa Francisco.

El método de oración consistió en que un amigo buscaba a otro y, sosteniendo una de las "monedas de oración" con el retrato del Papa Francisco y hechas con plástico azul, rezaban durante un minuto.
Este amigo, a su vez, debía repetir este mecanismo de oración con otro, aquel con uno más, y así se fueron pasando de mano a mano las monedas.

La campaña de oración fue organizada por MarianMinute.org, una organización católica que promueve de forma creativa la devoción a la Virgen María entre los jóvenes.

La inspiración para esta cadena de oración llegó de las primeras palabras del Papa Francisco al iniciar su pontificado, cuando pidió a todos los fieles congregados en la Plaza de San Pedro y alrededores, así como a quienes siguieron el evento por los medios de comunicación, que "recen por mí".