17 de marzo de 2004 / 12:46 PM
A la multitudinaria muestra de solidaridad tras la tragedia del 11-M que dejó más de 200 muertos y unos mil 500 heridos, se ha sumado en España los testimonios de víctimas anónimas y personas que ayudaron en la catástrofe que manifiestan su sincero perdón y clemencia para con los terroristas y su consuelo a los afectados.
Amparo Buchón, una madre que perdió en el atentado a Marta y Nuria, sus dos hijastras, ofreció un conmovedor testimonio de fe en Dios y perdón de los autores de los atentados: “El Señor me las dio y el Señor me las quitó. Hay que aceptar su voluntad. Siento una gran impotencia, ya que no puedo entender que un ser humano sea capaz de llegar a estos extremos. Sin embargo, la fe cristiana ha sido el sostén de mi vida y ahora me da las fuerzas necesarias para aceptar la situación con resignación y, perdonar a los que han causado tanto daño y sufrimiento. Les perdono de todo corazón y pido que Dios toque sus corazones”.
Carmen Rubio, una enfermera del Hospital La Paz que brindó ayuda a las víctimas de los atentados, recogió el testimonio de un rumano en uno de los locales destinados a la atención de las víctimas. “Me salvé gracias a Dios”.