El sacerdote argentino, P. Eduardo Farrell, a quien el Obispado de Merlo-Moreno decidió trasladar por las amenazas de muerte de grupos narcotraficantes, escribió una carta de despedida a su comunidad parroquial Sagrado Corazón, en Cuartel Quinto, Buenos Aires.
La salida del sacerdote se da luego de los sucesos posteriores al 15 de diciembre de 2016, tras la muerte del vecino y militante social de Cuartel Quinto, César Méndez, a manos de los "transas", personas vinculadas al mundo de las drogas.
Una semana después, los vecinos organizaron una marcha pacífica en la localidad para pedir justicia por la muerte de Méndez. El P. Farrell fue el único orador en esa ocasión y a partir de entonces, comenzaron las intimidaciones.