El Padre Joaquín Alliende-Luco, asistente eclesiástico internacional de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada, expresó su sentido respaldo a la película de Mel Gibson, “La Pasión de Cristo”.
Según el sacerdote chileno, este filme como pocos otros “nos presenta el realismo de la salvación y nos pide una respuesta de gratitud, de conversión. Recomiendo que se vea esta película como un modo excelente de vivir esta Cuaresma, mientras tanta sangre inocente se derrama en guerras, ataques terroristas, abortos y hambrunas”.
En su declaración, el Padre Alliende-Luco señala que “el origen de este trabajo de cinematografía” es “un proceso de conversión. Durante muchos años, Mel Gibson sufrió una depresión que nadie podía curar. Solo cuando hundió su angustia en las heridas de Cristo, se recuperó”.