El Arzobispo de Denver (Estados Unidos), Mons. Samuel Aquila, señaló que la bondad y el respeto por la dignidad humana son las mejores respuestas al mal, ante el dolor por las pérdidas de vidas en el reciente tiroteo en el estado de Connecticut.

En una columna publicada en el Denver Post, Mons. Aquila indicó que somos con más frecuencia víctimas del mal cuando nos convertimos en objetos, usados para los propósitos de otros, en vez de ser tratados con la dignidad inherente que resulta de ser una persona”.

“El mal no es derrotado por la política. Son necesarias prolongadas discusiones políticas sobre el control de armas y seguridad en las escuelas, pero eso no resolverá el problema”, aseguró.

Mons. Aquila indicó que “la bondad, pura y descarada, protege y promueve la dignidad humana. El mal es derrotado por el amor y sólo por el amor”.

El Arzobispo de Denver escribió su columna como respuesta al mal experimentado la semana pasada, cuando un joven armado asesinó a 20 niños, seis adultos  y acabó con su vida, en la escuela primaria Sandy Hook, en Newton, estado de Connecticut.

Esa experiencia, dijo el Prelado, nos recuerda que “el mal es real”, y que hay absolutos morales.

“A raíz de los asesinatos de la primaria Sandy Hook, todos nosotros podemos ver con certeza y declarar que el mal existe”, señaló.

Mons. Aquila también recordó a sus lectores que además de la tragedia de Sandy Hook, hay situaciones diarias en que la injusticia tiene profundos efectos en la sociedad.

El Arzobispo señaló el caso de los inmigrantes indocumentados, que son objeto de xenofobia, los pobres que sufren la avaricia de otros, y los niños, que son objeto de la “conveniencia, o el descuido, o la ira”.

Mons. Aquila también advirtió que “podemos fácilmente habituarnos a usar a la gente, más que a tratarlos con la dignidad inherente que Dios otorga a cada ser humano”.

Al remarcar la importancia de responder al mal con amor, el Arzobispo animó a celebrar la Navidad, porque el amor está “encapsulado” en el “mensaje y verdad” de Navidad.

“Muchos no estarán de humor para Navidad este año, pero nunca ha habido un momento en que no necesitemos más ese mensaje”, aseguró.