El Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Cardenal Rubén Salazar Gómez, consideró como un desafío ser el único Purpurado en actividad de Colombia.

Así lo explicó a ACI Prensa/EWTN Noticias el pasado 24 de noviembre, el día que el Papa Benedicto XVI lo creó nuevo cardenal junto a otros cinco pastores en una solemne ceremonia celebrada en la Basílica de San Pedro.

“Ahora mis esperanzas son servir a la Iglesia cada vez mejor, aportando lo mucho que he recibido del Señor y trayendo toda la experiencia que traigo de la Iglesia de Colombia, de esa Iglesia que es una Iglesia muy viva, muy fuerte y que va siempre adelante con gran entusiasmo”, dijo durante su presentación al público en el Palacio Apostólico del Vaticano.

El Cardenal Salazar consideró que ser cardenal en su país es un compromiso muy grande con el Señor y con la Iglesia que lo llena de alegría.

Ahora, como puntos importantes a reforzar en Colombia, indicó que pondrán esmero en conseguir que los fieles laicos den un mayor testimonio de su fe.

“Los laicos deben crecer todos los días en su comprensión como miembros de la Iglesia y en su compromiso como evangelizadores allí donde están, en la familia, en el trabajo, allí en todas partes”, animó.

El nuevo Purpurado puede apoyarse en el ejemplo de otros cardenales que proceden de su país como el Cardenal Darío Castrillón Hoyos,  de 83 años de edad, quien desde su trabajo en el Vaticano dirigió las conversaciones y negociaciones con la Hermandad San Pío X (FSSPX), consiguió llevar a la Hermandad Sacerdotal San Juan Vianney (SSJV) a la plena comunión con Roma y, además, participó activamente en el diálogo con las FARC en Colombia para llegar a una tregua de paz con el gobierno.