Claudio Sciarpelletti, informático que trabajaba para la Secretaría de Estado del Vaticano, fue condenado a dos meses de prisión al ser encontrado culpable de complicidad con Paolo Gabriele, en el robo y filtración de documentos confidenciales de la Santa Sede.

Para el tribunal, Sciarpelletti  es culpable de “haber ayudado a eludir la investigación de la Autoridad” en el caso “vatileaks”.

La sentencia emitida hoy consideraba una pena de cuatro meses, que fue reducida a la mitad por la falta de antecedentes penales. El tribunal también determinó que la pena quede suspendida por un plazo de cinco años.

Según la sentencia, Sciarpelletti deberá cubrir los costos del proceso.