El Papa Benedicto XVI emitió el 10 de noviembre, memoria de San León Magno, la Carta Apostólica en forma de Motu Propio “Latina Lingua”, con la que instituye la Pontificia Academia de Latinidad, cuyo fin será promover y valorar la lengua y la cultura latina.

De acuerdo a su constitución, anexada a la Carta Apostólica, la Pontificia Academia de Latinidad dependerá del Pontificio Consejo de la Cultura, estará regida por un Presidente asistido por un secretario, ambos nombrados por el Papa, y estará conformada por un máximo de 50 miembros, entre académicos, estudiosos y cultures de la materia, nombrados por el Secretario de Estado.

El Papa nombró como primer Presidente de la Pontificia Academia al profesor Ivano Dionigi, y como Secretario al P. Roberto Spataro.

El Papa Benedicto XVI subrayó que la lengua latina ha sido mantenida en alta consideración por la Iglesia Católica y por los Romanos Pontífices, quienes frecuentemente han promovido syu conocimiento y difusión.

“En realidad, desde Pentecostés la Iglesia ha hablado y orado en todas las lenguas de los hombres. Sin embargo, las Comunidades cristianas de los primeros siglos usaron ampliamente el griego y el latín, lenguas de comunicación universal del mundo en el que vivían, gracia a las cuales la novedad de la Palabra de Cristo encontraba la herencia de la cultura helénico-romana”, escribió el Papa.

Benedicto XVI indicó que tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la Iglesia no sólo siguió valiéndose del latín, sino que se convirtió en custodia y promotora de su uso, tanto en el ámbito teológico y litúrgico como en la formación y transmisión del saber.

El Papa también se refirió al debilitamiento de la lengua latina en el ámbito de los estudios humanísticos y en la cultura general, pero subrayó que actualmente persiste un renovado interés en la cultura y lengua latina.
“Se hace por lo tanto urgente sostener el compromiso por un mayor conocimiento y un más competente uso de la lengua latina”, señaló.

Benedicto XVI señaló que “para contribuir a alcanzar tales objetivos, siguiendo las huellas de mis venerados Predecesores, con el presente Motu Proprio hoy instituyo la Pontificia Academia de Latinidad, dependiente del Pontificio Consejo de la Cultura. Estará regida por un Presidente, coadyuvado por un Secretario, por mi nombrado, y por un Consejo Académico”.