25 de febrero de 2009 / 02:16 PM
Al presidir la Eucaristía este Miércoles de Ceniza en la Basílica de Santa Sabina en Roma, el Papa Benedicto XVI recordó que la Cuaresma que se inicia hoy es auténtico camino de conversión, en el que se debe vivir intensamente el ayuno, la limosna y la oración. Como modelo a seguir, el Santo Padre presenta a San Pablo, en quien la gracia ha obrado por su adhesión libre y constante.
Al iniciar su homilía, el Papa explicó cómo el llamado de Dios a la conversión aflora como tema dominante "en todos los componentes de la hodierna liturgia" de la Cuaresma. "Ya en la antífona de ingreso se dice que el Señor olvida y perdona los pecados de cuantos se convierten y en la colecta se invita al pueblo cristian a rezar para que cada uno emprenda 'un camino de verdadera conversión'", añadió.
En este Año Paulino, en el que se celebra los dos mil años del nacimiento de San Pablo, prosigue el Papa, el Apóstol de Gente renueva "seriamente el llamado cuaresmal a la conversión".