En el discurso de la sesión inaugural de la V Conferencia General del Episcopado y el Caribe, el Papa Benedicto XVI explicó que ante la pobreza y miseria, la respuesta que se debe dar es la de la construcción de estructuras justas y la denuncia y lucha contra aquellas que generan injusticias.
“Las estructuras justas son, como he dicho, una condición indispensable para una sociedad justa, pero no nacen ni funcionan sin un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales y sobre la necesidad de vivir estos valores con las necesarias renuncias, incluso contra el interés personal”, prosiguió.
“Donde Dios está ausente –el Dios del rostro humano de Jesucristo– estos valores no se muestran con toda su fuerza, ni se produce un consenso sobre ellos. No quiero decir que los no creyentes no puedan vivir una moralidad elevada y ejemplar; digo solamente que una sociedad en la que Dios está ausente no encuentra el consenso necesario sobre los valores morales y la fuerza para vivir según la pauta de estos valores, aun contra los propios intereses”, continuó el Papa.