En un extenso discurso, el Papa Benedicto XVI presentó un elenco sistemático de los temas que deben estar en el centro de la preocupación pastoral de los obispos de Brasil y les pidió atender especialmente a las familias y los católicos alejados.
El Santo Padre señaló que actualmente “se ataca impunemente la santidad del matrimonio y de la familia, comenzando por hacer concesiones delante de presiones capaces de incidir negativamente sobre los procesos legislativos; se justifican algunos crímenes contra la vida en nombre de los derechos de la libertad individual; se atenta contra la dignidad del ser humano; se extiende la herida del divorcio y de las uniones libres”.
“Aún más: en el seno de la Iglesia, cuando el valor del compromiso sacerdotal es cuestionado como entrega total a Dios a través del celibato apostólico y como disponibilidad total para servir a las almas, dándose preferencia a las cuestiones ideológicas y políticas, incluso partidarias, la estructura de la consagración total a Dios empieza a perder su significado más profundo”, denunció Benedicto XVI.