Marktl am Inn “es un lugar que posee algo de hogareño y de calidez” opina el Papa Benedicto XVI sobre el pequeño pueblo que lo vio nacer, muy cerca de la ciudad de Altötting.
Benedicto XVI recuerda poco de este pueblo, pues le tocó vivir ahí apenas los dos primeros años de vida. A las pocas horas de nacer, un 16 de abril de 1927, fue bautizado por el párroco Josef Stangl en la Iglesia de San Oswaldo, con el nombre de Joseph Aloisius Ratzinger con el agua bendecida horas antes durante la vigilia pascual.
En su libro “De mi vida” escribe el Santo Padre que, “ser el primer bautizado con el agua pascual fue tomado como signo de un destino especial”. El que el inicio de su vida haya estado empapado desde el inicio con el misterio pascual, lo ha llenado siempre de especial gratitud hacia Dios.