10 de septiembre de 2006 / 01:02 PM
“¡Por favor, vayan con sus hijos a la iglesia y participen en la celebración de la Eucaristía dominical!”, con estas palabras, el Papa Benedicto XVI hizo un intenso llamado a los padres alemanes –y a través de ellos, a los de todo el mundo- para que hagan de Dios el centro de la vida familiar.
Esta tarde, como parte de su viaje a Baviera, el Papa rezó las Vísperas en la Catedral de Munich con los jóvenes, familias, catequistas, profesores de religión y niños que se preparan para la Primera Comunión.
Al presidir la oración, el Santo Padre dedicó algunas reflexiones a los padres de familia y les aseguró que si van a Misa cada domingo, descubrirán “que no es un tiempo perdido” sino “lo que puede mantener a su familia verdaderamente unida y centrada”.