El Papa Benedicto XVI se reunió en el Santuario de Jasna Gora en Czestochowa con una gran cantidad de religiosos y religiosas, a quienes alentó a “mantened en vuestros corazones la primacía de vuestra vida consagrada. Dejad que ella renueve vuestra fe”.
Al iniciar su discurso dirigiéndose a los religiosos congregados en el santuario de Jasna Gora, el Papa recordó a María, porque “hoy, es ella quien dirige nuestra meditación; ella nos enseña como rezar. María nos muestra como abrir nuestras mentes y corazones al poder del Espíritu Santo, que viene hasta nosotros para así ser llevado a todo el mundo”.
Seguidamente el Pontífice habló de la necesidad de “un tiempo de silencio y recogimiento para situarnos en su escuela, de modo que nos enseñe como vivir de la fe, como crecer en la fe, como permanecer en contacto con el misterio de Dios en lo ordinario, en los eventos cotidianos de nuestras vidas”.