Viernes 5 de julio


Evangelio según San Mateo, capítulo 9, versículos del 9 al 13

Vocación de Mateo.

9 Pasando de allí, vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en la recaudación de los tributos, y le dijo: "Sígueme". Y él se levantó y le siguió. 10 Y sucedió que estando Él a la mesa en la casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores vinieron a reclinarse con Jesús y sus discípulos. 11 Viendo lo cual, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y los pecadores?" 12 Él los oyó y dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13 Id, pues, y aprended lo que significa: "Misericordia quiero y no sacrificio". Porque no he venido a llamar justos, sino pecadores".

Comentario

11. Véase Luc. 5, 32 y nota: "Yo no he venido para convidar al arrepentimiento a los justos sino a los pecadores". Hay aquí, junto a la manifestación del Corazón misericordioso del Redentor, que se inclina sobre los necesitados de perdón, una honda ironía para los fariseos, es decir, para los que se creen justos. Ellos no se dan por redimidos, pues no se sienten necesitados de redención. Y Jesús no los llama a ellos porque sabe que no responderán. Terrible estado de espíritu que los hará morir en su pecado (Juan 8, 21). Sobre la dialéctica de Jesús con los fariseos cf. Juan 9, 39 - 41. Sobre el privilegio de los que mucho deben cf. 7, 41 - 49.

13. Véase Os. 6, 6; I Rey. 15, 22; Ecli. 35, 4.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios