Martes 3 de setiembre

Evangelio según San Lucas, capítulo 4, versículos del 31 al 37

Expulsa a un demonio.

31 Y bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea. Y les enseñaba los días de sábado. 32 Y estaban poseídos de admiración por su enseñanza, porque su palabra era llena de autoridad. 33 Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo, y gritó con voz fuerte: 34 "¡Ea! ¿qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido para perdernos? Ya sé quién eres Tú: el Santo de Dios". 35 Y Jesús le increpó diciendo: "¡Cállate y sal de él!" Y el demonio, salió de él, derribándolo al suelo en medio de ellos, aunque sin hacerle daño. 36 Y todos se llenaron de estupor, y se decían unos a otros: "¿Qué cosa es ésta que con imperio y fuerza manda a los espíritus inmundos, y salen?" 37 Y su fama se extendió por todos los alrededores.

Comentario

31. Jesús emigra. La primera vez fue de Belén a Egipto, y ahora es de Nazaret a Cafarnaúm (véase otra emigración en 8, 37). La Virgen lo acompañó, como sin duda lo hizo fidelísimamente en todos los pasos de Él, de cerca o de lejos, si bien los evangelistas parecen tener consigna divina de dejar en silencio cuanto se refiere a Ella. S. José había muerto ya.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios