Lunes 3 de junio


Evangelio según San Marcos, capítulo 12, versículos del 1 al 12

Parábola de los viñadores

1 Y se puso a hablarles en parábolas: "Un hombre plantó una viña, la cercó con un vallado, cavó un lagar y edificó una torre; después la arrendó a unos viñadores, y se fue a otro país. 2 A su debido tiempo, envió un siervo a los viñadores para recibir de ellos su parte de los frutos de la viña. 3 Pero ellos lo agarraron, lo apalearon y lo remitieron con las manos vacías. 4 Entonces, les envió otro siervo, al cual descalabraron y ultrajaron; 5 y otro, al cual mataron; después otros muchos, de los cuales apalearon a unos y mataron a otros. 6 No le quedaba más que uno, su hijo amado; a éste les envió por último, pensando: "Respetarán a mi hijo". 7 Pero aquellos viñadores se dijeron unos a otros: "Este es el heredero. Venid, matémosle, y la herencia será nuestra". 8 Lo agarraron, pues, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. 9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y acabará con los viñadores y entregará la viña a otros. 10 ¿No habéis leído esta Escritura: "La piedra que desecharon los que edificaban, ésta ha venido a ser cabeza de esquina; 11 de parte del Señor esto ha sido hecho, y es maravilloso a nuestros ojos?" 12 Trataron, entonces, de prenderlo, pero temían al pueblo. Habían comprendido, en efecto, que con respecto a ellos había dicho esta parábola. Lo dejaron, pues, y se fueron.

Comentario

1. La parábola de los viñadores homicidas exhibe la actitud de la Sinagoga para con el dueño de la viña (Dios), su hijo (Jesucristo) y sus siervos (profetas y apóstoles). San Pablo nos enseña a sacar fruto de esta tremenda lección (Rom. 11, 17 ss.). Cf. Mat. 21, 33 ss.; Luc. 20, 9 ss.

10. La piedra desechada es Jesucristo, quien se aplica esta figura que en la profecía representaba a Israel. Los constructores son los judíos, en particular los príncipes y sacerdotes del pueblo. Véase S. 117, 22 y nota; Is. 28, 16.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios