Domingo de Pascua (31
de marzo)

Evangelio según San Juan, capítulo 20, versículos del 1 al 9

Aparición a la Magdalena y a los apóstoles

1 El primer día de la semana, de madrugada, siendo todavía oscuro, María Magdalena llegó al sepulcro; y vio quitada la losa sepulcral. 2 Corrió, entonces, a encontrar a Simón Pedro, y al otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto". 3 Salió, pues, Pedro y también el otro discípulo, y se fueron al sepulcro. 4 Corrían ambos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro. 5 E, inclinándose, vio las fajas puestas allí, pero no entró. 6 Llegó luego Simón Pedro, que le seguía, entró en el sepulcro y vio las fajas puestas allí, 7 y el sudario, que había estado sobre su cabeza, puesto no con las fajas, sino en lugar aparte, enrollado. 8 Entonces, entró también el otro discípulo, que había llegado primero al sepulcro, y vio, y creyó. 9 Porque todavía no habían entendido la Escritura, de cómo Él debía resucitar de entre los muertos.

Comentario

1. Véase Mat. 28, 1 - 10; Marc. 16, 1 - 8; Luc. 24, 1 - 11. El primer día de la semana: el domingo de la Resurrección, que desde entonces sustituyó para los cristianos al sábado, día santo del Antiguo Testamento (cf. Col. 2, 16 s.; I Cor. 16, 2; Hech. 20, 7). Sobre el nombre de este día cf. S. 117, 24; Apoc. 1, 9 y notas.

7. Es de notar la reverencia especial para con la sagrada Cabeza de Jesús que demuestran los ángeles. No quiso Dios que el sudario que envolvió la Cabeza de su Hijo muy amado quedase confundido con las demás vendas.

 

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios