Martes 30 de julio
36 Entonces, despidió a la multitud y volvió a la casa. Y los discípulos se acercaron a El y dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña del campo". 37 Respondióles y dijo: "El que siembra la buena semilla, es el Hijo del hombre. 38 El campo es el mundo. La buena semilla, esos son los hijos del reino. La cizaña son los hijos del maligno. 39 El enemigo que la sembró es el diablo. La siega es la consumación del siglo. Los segadores son los ángeles. 40 De la misma manera que se recoge la cizaña y se la echa al fuego, así será en la consumación del siglo. 41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino todos los escándalos, y a los que cometen la iniquidad, 42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. ¡Quien tiene oídos, oiga!
Estos comentarios
corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario
de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE
Multimedios