Domingo 25 de agosto

Evangelio según San Mateo, capítulo 16, versículos del 13 al 20

Jesús en Cesárea de Filipo. Primado de Pedro.

13 Y llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, propuso esta cuestión a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" 14 Respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías o algún otro de los profetas". 15 Díjoles: "Y según vosotros, ¿quién soy Yo?" 16 Respondióle Simón Pedro y dijo: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo". 17 Entonces Jesús le dijo: "Bienaventurado eres, Simón Bar Yoná, porque carne y sangre no te lo reveló, sino mi Padre celestial. 18 Y Yo, te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del abismo no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado en los cielos". 20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Cristo.

Comentario

13. Cesarea de Filipo, hoy día Banías, situada en el extremo norte de Palestina, cerca de una de las fuentes del Jordán.

18. Pedro (Piedra) es, como lo dice su nombre, el primer fundamento de la Iglesia de Jesucristo (véase Ef. 2, 20), que los poderes infernales nunca lograrán destruir. Las llaves significan la potestad espiritual. Los santos Padres y toda la Tradición ven en este texto el argumento más fuerte en pro del primado de S. Pedro y de la infalible autoridad de la Sede Apostólica. "Entretanto, grito a quien quiera oírme: estoy unido a quienquiera lo esté a la Cátedra de Pedro" (S. Jerónimo).

20. Como señala Fillion, las palabras de este pasaje marcan "un nuevo punto de partida en la enseñanza del Maestro". Cf. Juan 17, 11; 18, 36. Desconocido por Israel (v. 14), que lo rechaza como Mesías - Rey para confundirlo con un simple profeta, Jesús termina entonces con esa predicación que Juan había iniciado según "la Ley y los Profetas" (Luc. 16, 16; Mat. 3, 10; Is. 35, 5 y notas) y empieza desde entonces (v. 21) a anunciar a los que creyeron en El (v. 15 s.) la fundación de su Iglesia (v. 18) que se formará a raíz de su Pasión, muerte y resurrección (v. 21) sobre la fe de Pedro (v. 16 ss.; Juan 21, 15 ss.; Ef. 2, 20), y que reunirá a todos los hijos de Dios dispersos (Juan 11, 52; 1, 11 - 13), tomando también de entre los gentiles un pueblo para su nombre (Hech. 15, 14); y promete El mismo las llaves del Reino a Pedro (v. 19). Este es, en efecto, quien abre las puertas de la fe cristiana a los judíos (Hech. 2, 38 - 42) y luego a los gentiles (Hech. 10, 34 - 46). Cf. 10, 6.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios