Jueves 25 de abril


Evangelio según San Marcos, capítulo 16, versículos del 15 al 20

15 Y les dijo: "Id por el mundo entero, predicad el Evangelio a toda la creación. 16 Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; mas, quien no creyere, será condenado. 17 Y he aquí los milagros que acompañarán a los que creyeren: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, 18 tomarán las serpientes; y si bebieren algo mortífero no les hará daño alguno; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán".

Ascensión del Señor.

19 Y el Señor Jesús, después de hablarles, fue arrebatado al cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20 En cuanto a ellos, fueron y predicaron por todas partes, asistiéndolos el Señor y confirmando la palabra con los milagros que la acompañaban.

Comentario

16. Sobre esta precedencia de la fe véase Hech. 2, 41: "Aquellos, pues, que aceptaron sus palabras, fueron bautizados y se agregaron en aquel día cerca de tres mil almas".
Aquellos que aceptaron sus palabras: Porque sin tener fe no podían ser bautizados. Véase 8, 36 ss.; Marc. 16, 16; Col. 2, 12 y notas. "La primera función ministerial es la de la palabra, que engendra la fe. A la profesión de fe sigue el Bautismo, en nombre de la Santísima Trinidad, que es el rito de introducción al reino de Jesucristo" (Card. Gomá).

19. Se sentó a la diestra de Dios: Jesús, terminada así su misión de Maestro y su epopeya de víctima redentora, inicia aquí la plenitud de su misión (v. 11 y nota), esencialmente sacerdotal, intercediendo sin cesar por nosotros ante el divino Padre, a quien presenta sus llagadas manos, desbordantes de sus méritos infinitos (S. 109, 1 y 4; Hebr. 5, 6; 7, 25; Rom. 8, 34) hasta que llegue la hora en que el Padre le cumpla la promesa de ponerle a sus enemigos por escabel de sus pies (I Cor. 15, 25; Hebr. 1, 13; 10, 13; Ecli. 24, 14).

20. El final de este Evangelio (vv. 20) falta en muchos códices antiguos. Su inspiración fue definida en el Concilio Tridentino. Críticamente consta de su autenticidad.

 

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios