Lunes 21 de octubre

Evangelio según San Lucas, capítulo 12, versículos del 13 al 21

13 Entonces uno del pueblo le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que parta conmigo la herencia". 14 Jesús le respondió: "Hombre, ¿quién me ha constituido sobre vosotros juez o partidor?".

El rico insensato.

15 Y les dijo: "Mirad: preservaos de toda avaricia; porque, la vida del hombre no consiste en la abundancia de lo que posee". 16 Y les dijo una parábola: "Había un rico, cuyas tierras habían producido mucho. 17 Y se hizo esta reflexión: "¿Qué voy a hacer? porque no tengo dónde recoger mis cosechas". 18 Y dijo: "He aquí lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré unos mayores; allí amontonaré todo mi trigo y mis bienes. 19 Y diré a mi alma: Alma mía, tienes cuantiosos bienes en reserva para un gran número de años; reposa, come, bebe, haz fiesta". 20 Mas Dios le dijo: "¡Insensato! esta misma noche te van a pedir el alma, y lo que tú has allegado, ¿para quién será?". 21 Así ocurre con todo aquel que atesora para sí mismo, y no es rico ante Dios".

Comentario

14. El Señor no se entromete en cosas temporales. De acuerdo con esta directiva, la Iglesia prohibe que sus ministros se mezclen en tales asuntos (II Tim. 2, 4 y I Tim. 3, 8). "Con razón rehusa ajustar diferencias mundanas El que había venido a revelar los secretos celestiales" (S. Ambrosio). Véase 20, 25 y nota; Juan 18, 30. En las palabras Quién me ha constituido hay como un recuerdo irónico de lo que ocurrió a Moisés cuando se rechazó su autoridad (Ex. 2, 14; Hech. 7, 27). Véase Hech. 3, 22 y nota. "¡Qué ocasión habría tenido aquí Jesús para intervenir como se lo pedían, si hubiera querido ganar influencia e imponer su reino en este mundo!" (cf. Juan, 6, 15; 18, 36; Mat. 11, 12).

21. Jesús condena el atesorar ambiciosamente (I Tim. 6, 9: "Porque los que quieren ser ricos caen en la tentación y en el lazo (del diablo) y en muchas codicias necias y perniciosas, que precipitan a los hombres en ruina y perdición.); no la ordenada economía, como en 9, 17 (Todos comieron hasta saciarse y de lo que les sobró se retiraron doce canastos de pedazos).


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios