Octava de Pascua (Lunes 1 de abril)


Evangelio según San Mateo, capítulo 28, versículo del 8 al 15

8 Ellas, yéndose aprisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, corrieron a llevar la nueva a los discípulos de Él. 9 Y de repente Jesús les salió al encuentro y les dijo: "¡Salud!" Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y lo adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: "No temáis. Id, avisad a los hermanos míos que vayan a Galilea; allí me verán".

Soborno de los soldados

11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. 12 Estos, reunidos con los ancianos, deliberaron y resolvieron dar mucho dinero a los soldados, 13 diciéndoles: "Habéis de decir: Sus discípulos vinieron de noche, y lo robaron mientras nosotros dormíamos. 14 Y si el gobernador llega a saberlo, nosotros lo persuadiremos y os libraremos de cuidado". 15 Ellos, tomando el dinero, hicieron como les habían enseñado. Y se difundió este dicho entre los judíos, hasta el día de hoy.

Comentario

13. El fracaso de los argumentos contra la Resurrección es más que evidente: recurren a "testigos dormidos". "¡Oh infeliz astucia!, exclama S. Agustín; cuando estaban durmiendo, ¿cómo pudieron ver? Si nada vieron, ¿cómo pueden ser testigos?".

 

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios