Sábado 16 de febrero


Evangelio según San Lucas, capítulo 5, versículos del 27 al 32

Vocación de Mateo.

27 Después de esto se fue, y fijándose en un publicano llamado Leví, que estaba en la recaudación de los tributos, le dijo: "Sígueme". 28 Y éste, dejándolo todo, se levantó y le siguió. 29 Ahora bien, Leví le ofreció un gran festín en su casa, había allí un grupo numeroso de publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos; 30 y los fariseos y los escribas de entre ellos se pusieron a murmurar contra los discípulos de Jesús y decían: "¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y los pecadores?" 31 Respondió Jesús y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. 32 Yo no he venido para convidar al arrepentimiento a los justos sino a los pecadores".

Comentario

32. Hay aquí, junto a la manifestación del Corazón misericordioso del Redentor, que se inclina sobre los necesitados de perdón, una honda ironía para los fariseos, es decir, para los que se creen justos. Ellos no se dan por redimidos, pues no se sienten necesitados de redención. Y Jesús no los llama a ellos porque sabe que no responderán. Terrible estado de espíritu que los hará morir en su pecado (Juan 8, 21). Sobre la dialéctica de Jesús con los fariseos cf. Juan 9, 39 - 41. Sobre el privilegio de los que mucho deben cf. 7, 41 - 49.

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios