Viernes 15 de febrero


Evangelio según San Mateo, capítulo 9, versículos del 14 al 15

Los discípulos del Bautista.

14 Entonces, se acercaron a Él los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos mucho, y tus discípulos no ayunan?" 15 Respondióles Jesús: "¿Pueden los hijos del esposo afligirse mientras el esposo está con ellos? Pero vendrán días en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

Comentario

15. El Esposo de esta parábola es el mismo Jesús; sus amigos, los apóstoles, no podían ayunar como si hicieran duelo por su presencia. En las bodas de los judíos los amigos solían acompañar al esposo cuando éste salía al encuentro de la esposa (Mat. 25, 1 - 13; Juan 3, 29). Sobre el ayuno véase 6, 16 y nota: "Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que fingen un rostro escuálido para que las gentes noten que ellos ayunan; en verdad, os digo, ya tienen su paga".
En este caso, el ayuno no era, como hoy, parcial, sino que consistía en la abstinencia total de todas las comidas y bebidas durante el día. Era, pues, una verdadera privación, una auténtica señal de penitencia, que practicaban también los primeros cristianos, principalmente el viernes de cada semana, por ser el día en que "el Esposo nos fue quitado" (9, 15).

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios