Domingo 11 de agosto

Evangelio según San Mateo, Capítulo 14, versículos 22-33

22 En seguida obligó a sus discípulos a reembarcarse, precediéndole, a la ribera opuesta, mientras El despedía a la muchedumbre.

Jesús camina sobre las aguas.

23 Despedido que hubo a las multitudes, subió a la montaña para orar aparte, y caída ya la tarde, estaba allí solo. 24 Mas, estando la barca muchos estadios lejos de la orilla, era combatida por las olas, porque el viento era contrario. 25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino a ellos, caminando sobre el mar. 26 Mas los discípulos viéndolo andar sobre el mar se turbaron diciendo: Es un fantasma; y en su miedo, se pusieron a gritar. 27 Pero en seguida les habló Jesús y dijo: "¡Ánimo! soy Yo. No temáis". 28 Entonces, respondió Pedro y le dijo: "Señor, si eres Tú, mándame ir a Ti sobre las aguas". 29 El le dijo: "¡Ven!". Y Pedro saliendo de la barca, y andando sobre las aguas, caminó hacia Jesús. 30 Pero, viendo la violencia del viento, se amedrentó, y como comenzase a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!". 31 Al punto Jesús tendió la mano, y asió de él diciéndole: "Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?" 32 Y cuando subieron a la barca, el viento se calmó. 33 Entonces los que estaban en la barca se prosternaron ante El diciendo: "Tú eres verdaderamente el Hijo de Dios".


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios