Sábado 10 de agosto

Evangelio según San Juan, capítulo 12, versículos del 24 al 26

24 En verdad, en verdad, os digo: si el grano de trigo arrojado en tierra no muere, se queda solo; mas si muere, produce fruto abundante. 25 Quien ama su alma, la pierde; y quien aborrece su alma en este mundo, la conservará para vida eterna. 26 Si alguno me quiere servir, sígame, y allí donde Yo estaré, mi servidor estará también; si alguno me sirve, el Padre lo honrará".

Comentario

24. Jesús aplica esto primero a Él mismo, según vemos por el v. 23. Significa así la necesidad de su Pasión y Muerte (cf. Luc. 24, 46) para que su fruto sea el perdón nuestro (ibid. 47; cf. Is. 53, 10 ss.). En segundo lugar lo aplica a nosotros (v. 25) para enseñarnos a no poner el corazón en nuestro yo ni en esta vida que se nos escapa de entre las manos, y a buscar el nuevo nacimiento según el espíritu (3, 3 ss.; Ef. 4, 24), prometiéndonos una recompensa semejante a la que Él mismo tendrá (v. 26). Cf. 17, 22 24.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios