San Martín de Porres, Religioso (Memoria Libre)

noviembre 3, 2020

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Filipenses 2:5-11

    5Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: 6El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. 7Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; 8y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. 10Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, 11y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 22:26-32

    26De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los que le temen. 27Los pobres comerán, quedarán hartos, los que buscan a Yahveh le alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!» 28Le recordarán y volverán a Yahveh todos los confines de la tierra, ante él se postrarán todas las familias de las gentes. 29Que es de Yahveh el imperio, del señor de las naciones. 30Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante él se doblarán cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva, 31le servirá su descendencia: ella hablará del Señor a la edad 32venidera, contará su justicia al pueblo por nacer: Esto hizo él.

  • Evangelio

    Lucas 14:15-24

    15Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» 16El le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; 17a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado." 18Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses." 19Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses." 20Otro dijo: "Me he casado, y por eso no puedo ir." 21«Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos." 22Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio." 23Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." 24Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Filipenses 4:4-9

    4Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. 5Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta. 9Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 131:1-3

    1Canción de las subidas. De David. No está inflado, Yahveh, mi corazón, ni mis ojos subidos. No he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me vienen anchos. 2No, mantengo mi alma en paz y silencio como niño destetado en el regazo de su madre. ¡Como niño destetado está mi alma en mí! 3¡Espera, Israel, en Yahveh desde ahora y por siempre!

  • Evangelio

    Mateo 22:34-40

    34Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo, 35y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: 36«Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» 37El le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 38Este es el mayor y el primer mandamiento. 39El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.»