San Bernardino de Siena, OFM Presbítero (Memoria)

mayo 20, 2017

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 16:1-10

    1Llegó también a Derbe y Listra. Había allí un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. 2Los hermanos de Listra e Iconio daban de él un buen testimonio. 3Pablo quiso que se viniera con él. Le tomó y le circuncidó a causa de los judíos que había por aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego. 4Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando, para que las observasen, las decisiones tomadas por los apóstoles y presbíteros en Jerusalén. 5Las Iglesias, pues, se afianzaban en la fe y crecían en número de día en día. 6Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia. 7Estando ya cerca de Misia, intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se lo consintió el Espíritu de Jesús. 8Atravesaron, pues, Misia y bajaron a Tróada. 9Por la noche Pablo tuvo una visión: Un macedonio estaba de pie suplicándole: «Pasa a Macedonia y ayúdanos.» 10En cuanto tuvo la visión, inmediatamente intentamos pasar a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para evangelizarles.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 100:1-3, 5

    1Salmo. Para la acción de gracias. ¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra, 2servid a Yahveh con alegría, llegaos ante él entre gritos de júbilo! 3Sabed que Yahveh es Dios, él nos ha hecho y suyos somos, su pueblo y el rebaño de su pasto. 5Porque es bueno Yahveh, para siempre su amor, por todas las edades su lealtad.

  • Evangelio

    Juan 15:18-21

    18«Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. 19Su fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo. 20Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra guardarán. 21Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 4:8-12

    8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 40:2, 4, 7-11

    2En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. 4Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza. 7Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas, 8dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro 9hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser. 10He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh. 11No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, ne he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.

  • Evangelio

    Lucas 9:57-62

    57Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» 58Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» 59A otro dijo: «Sígueme.» El respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» 60Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.» 61También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» 62Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.»

Tercera Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 4:8-12

    8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:1-6, 21

    1Himno. De David. Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío, y bendigo tu nombre para siempre jamás; 2todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre; 3grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza. 4Una edad a otra encomiará tus obras, pregonará tus proezas. 5El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré. 6Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré; 21¡La alabanza de Yahveh diga mi boca, y toda carne bendiga su nombre sacrosanto, para siempre jamás!

  • Evangelio

    Juan 14:12-17

    12En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. 15Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; 16y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, 17el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.