San Bernardino de Siena, OFM Presbítero (Memoria)

mayo 20, 2013

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Eclesiástico 1:1-10

    1Toda sabiduría viene del Señor, y con él está por siempre. 2La arena de los mares, las gotas de la lluvia, los días de la eternidad, ¿quién los puede contar? 3La altura del cielo, la anchura de la tierra, la profundidad del abismo, ¿quién los alcanzará? 4Antes de todo estaba creada la Sabiduría, la inteligente prudencia desde la eternidad. 6La raíz de la sabiduría ¿a quién fue revelada?, sus recursos, ¿quién los conoció? 8Sólo uno hay sabio, en extremo temible, el que en su trono está sentado. 9El Señor mismo la creó, la vio y la contó y la derramó sobre todas sus obras, 10en toda carne conforme a su largueza, y se la dispensó a los que le aman.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 93:1-2, 5

    1Reina Yahveh, de majestad vestido, Yahveh vestido, ceñido de poder, y el orbe está seguro, no vacila. 2Desde el principio tu trono esta fijado, desde siempre existes tú. 5Son veraces del todo tus dictámenes; la santidad es el ornato de tu Casa, oh Yahveh, por el curso de los días.

  • Evangelio

    Marcos 9:14-29

    14Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos. 15Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle. 16El les preguntó: «¿De qué discutís con ellos?» 17Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo 18y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espurnarajos, rechinar de dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.» 19El les responde: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo!» 20Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos. 21Entonces él preguntó a su padre: «¿Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto?» Le dijo: «Desde niño. 22Y muchas veces le ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros.» 23Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!» 24Al instante, gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!» 25Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él.» 26Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto. 27Pero Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie. 28Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?» 29Les dijo: «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración.»

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 4:8-12

    8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 40:2, 4, 7-11

    2En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. 4Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza. 7Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas, 8dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro 9hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser. 10He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh. 11No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, ne he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.

  • Evangelio

    Lucas 9:57-62

    57Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» 58Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» 59A otro dijo: «Sígueme.» El respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» 60Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.» 61También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» 62Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.»

Tercera Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 4:8-12

    8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:1-6, 21

    1Himno. De David. Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío, y bendigo tu nombre para siempre jamás; 2todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre; 3grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza. 4Una edad a otra encomiará tus obras, pregonará tus proezas. 5El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré. 6Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré; 21¡La alabanza de Yahveh diga mi boca, y toda carne bendiga su nombre sacrosanto, para siempre jamás!

  • Evangelio

    Juan 14:12-17

    12En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. 15Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; 16y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, 17el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.