Octava de la Natividad: Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios

enero 1, 2013

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Números 6:22-27

    22Habló Yahveh a Moisés y le dijo: 23Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así habéis de bendecir a los israelitas. Les diréis: 24Yahveh te bendiga y te guarde; 25ilumine Yahveh su rostro sobre ti y te sea propicio; 26Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz.» 27Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 67:2-3, 5-6, 8

    2¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros! 3Para que se conozcan en la tierra tus caminos, tu salvación entre todas las naciones. 5Alégrense y exulten las gentes, pues tú juzgaz al mundo con justicia, con equidad juzgas a los pueblos, y a las gentes en la tierra gobiernas. 6¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den gracias! 8¡Dios nos bendiga, y teman ante él todos los confines de la tierra!

  • Segunda Lectura

    Gálatas 4:4-7

    4Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. 6La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! 7De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.

  • Evangelio

    Lucas 2:16-21

    16Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; 18y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. 19María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. 20Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. 21Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.