Feria

julio 27, 2012

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Jeremías 3:14-17

    14»Volved, hijos descastados, —oráculo del Señor— que Yo soy vuestro amo. Os tomaré, a uno de cada ciudad, y dos de cada tribu, y os traeré a Sión.
    15Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con saber e inteligencia.
    16Cuando os multipliquéis y deis fruto en el país, en aquellos días —oráculo del Señor—, no mencionarán ya el arca de la alianza del Señor, ni se les vendrá a la memoria, ni la recordarán, ni la echarán de menos, ni se hará otra.
    17En aquel tiempo llamarán a Jerusalén «Trono del Señor». Todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, en el Nombre del Señor, y no seguirán a su perverso y obstinado corazón.

  • Salmo Responsorial

    Jeremías 31:10-13

    10¡Naciones! Escuchad la palabra del Señor.
    Anunciadla en las islas remotas, diciendo: “El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo guardará como pastor a su rebaño,
    11pues el Señor redimió a Jacob,
    lo rescató de una mano más fuerte”.
    12Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sión,
    correrán hacia los bienes del Señor: el trigo, el vino y el aceite, los corderos y terneros. Sus almas serán como huertos regados, y nunca más desfallecerán.
    13Entonces reirá la doncella en el baile,
    jóvenes y viejos unidos, trocaré su duelo en gozo, los consolaré y alegraré su pena.

  • Evangelio

    Mateo 13:18-23

    18»Escuchad, pues, vosotros la parábola del sembrador.
    19A todo el que oye la palabra del Reino y no entiende, viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: esto es lo sembrado junto al camino.
    20Lo sembrado sobre terreno pedregoso es el que oye la palabra, y al momento la recibe con alegría;
    21pero no tiene en sí raíz, sino que es inconstante y, al venir una tribulación o persecución por causa de la palabra, enseguida tropieza y cae.
    22Lo sembrado entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y queda estéril.
    23Y lo sembrado en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y fructifica y produce el ciento, o el sesenta, o el treinta.