Este 6 de mayo a las 8:04 p.m., cientos de fieles fueron testigos una vez más del llamado "milagro de mayo", el momento en que la sangre de San Genaro se licua de forma inexplicable dentro de las dos ampollas que la contienen.
El hecho ocurrió en la Basílica de Santa Clara, en Nápoles (Italia), luego que la sangre fuera trasladada en procesión desde la catedral.
La licuefacción fue anunciada por el Cardenal Crescenzio Sepe, Arzobispo de Nápoles. En ese momento se agitó un pañuelo blanco que, según la tradición, indica a los fieles que el milagro se ha realizado.