con Jesús, con el Espíritu Santo y con mi Padre Dios en la eternidad.
Nuestra Señora de la Presentación del Quinche es una escultura tallada en madera por el artista Don Diego Robles en el siglo XVI. Según la tradición, la Madre de Dios se apareció a unos indios en una cueva y les prometió librarlos de los osos peligrosos que devoraban a los niños.
Cuando los que habían solicitado la obra mariana a Don Robles no le pagaron por ella, entonces el artista decidió dársela a los indios oyacachis a cambio de unos tablones de cedro fino que necesitaba para sus trabajos.
Los indios, con gran admiración, reconocieron en la imagen de la Virgen los rasgos de la Señora que se les había aparecido en la cueva y la acogieron con alegría. La imagen permaneció con ellos por quince años hasta que el Obispo del lugar ordenó que fuera trasladada al poblado del Quinche.