El secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Giacomo Morandi, afirmó que una fe solo intelectual que no llega al corazón "no nos salva", durante la homilía de la Misa que presidió el Domingo de Resurrección en el Santuario de la Virgen del Divino Amor en Roma.
El Arzobispo reflexionó sobre los discípulos que no reconocen inicialmente al Señor pese a que hablan con Él durante el camino a Emaús. Indicó que el estado de "desilusión" en el que están ambos es fruto de la tristeza y la desesperanza por la muerte del Maestro.
"En la gran tradición del oriente cristiano la tristeza es considerada un vicio capital. Es cierto que puede haber momentos en los que la tristeza llega a nuestro corazón, podemos decir incluso que la tristeza es la transmisión del pecado", reflexionó.