En los años 70's, mientras estudiaba y trabajaba, conoció a Juanita Romero García, una compatriota paraguaya. "La conocí en el círculo de amistades migrantes. Ella trabajaba como empleada doméstica y estudiaba acá, según las posibilidades de la época. En nuestro matrimonio éramos una sola persona".
"Mi señora era una persona de fe grande, auténtica y ejemplar. Era muy sencilla, piadosa, humilde y natural. La querían mucho en nuestro barrio, regalaba rosarios, le gustaba cuidar las plantas y era muy sabia", recordó.
El P. Fariña comentó que su mujer tenía cáncer y experimentó largos sufrimientos. Sin embargo, "ella lo llevaba con una sonrisa". Juanita falleció el 19 de setiembre en el año 2013. Su muerte impactó mucho a la familia, a su única hija y a sus dos nietos.
"Cuando mi esposa falleció, el dolor me provocó un infarto. Al recuperarme decidí entregar mi vida a Jesucristo. Así como ella fue llamada para ir a la casa del Padre, yo sentí un llamado para dedicar mi vida al servicio de Cristo. En ese momento escuchaba la frase: "Ven y sígueme", narró.