Femenina. Dulce y firme. Desde que las primeras palabras de la ingeniera Andrea Flores se escucharon captó la atención de todos en el salón donde se desarrolló el "Diálogo con organizaciones de la sociedad civil" de la 47 asamblea general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Apenas había comenzado su intervención cuando se le oyó pedir con vehemencia: "el respeto por nuestro derecho a la vida, de modo que se desaliente cualquier iniciativa a favor de la eutanasia, incluyendo la alegada muerte digna y el suicidio asistido".
E inmediatamente después: "respeto también al derecho a la vida del niño concebido con defectos fetales, quien necesita de nuestra ayuda. El derecho a la vida de las personas con discapacidad tiene que ser protegido desde el momento de la concepción. El aborto por eugenesia ha ocasionado un genocidio, particularmente de los niños que sufren del síndrome de Down".