El pasado 16 de diciembre la hermana Leonilda, religiosa de las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón, cumplió 105 años. Estuvo cerca de morir fusilada en la Guerra Civil Española y vio en primera la Revolución Cubana.
Más de un siglo lleno de aventuras por el Evangelio que celebró en la casa que la congregación tiene en Badajoz (España) y junto a su hermana pequeña, que también es religiosa de la misma orden. "Cuando miro atrás me brota dar gracias a Dios", asegura.
La religiosa ingresó a la congregación con 17 años. "Éramos una familia numerosa de ocho hermanos, tres se casaron y cinco fuimos religiosas de las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús. De todos quedamos Pilar, la más pequeña de la familia y yo. Ahora estamos las dos en Badajoz", explica a la agencia SIC.