6 de febrero de 2013 / 12:28 PM
El próximo lunes 11 de febrero, a las 11:00 a.m. (hora local) en el Palacio Apostólico del Vaticano, se celebrará el Consistorio Ordinario Público para la canonización de ochocientos mártires asesinados en el siglo XVI por los musulmanes del imperio otomano.
Se trata de Antonio Primaldo y sus 800 compañeros. Antonio Primaldo es el único nombre que se trasmitió de los ochocientos desconocidos pescadores, artesanos, pastores y agricultores de la pequeña ciudad italiana de Otranto, en la Apulia, cuya sangre, hace cinco siglos, fue esparcida sólo porque eran cristianos, en una incursión del ejército otomano el 29 de julio de 1480.
Ese día, a primeras horas de la mañana, desde las murallas de Otranto se hizo visible en el horizonte una flota de 90 galeras, 15 mahonas y 48 galeotas, con 18 mil soldados a bordo. La armada era guiada por el bajá Agometh, que estaba a las órdenes de Mahoma II, llamado Fatih, el Conquistador, o sea el sultán que en 1451, apenas a los 21 años, había ascendido a jefe de la tribu de los otomanos.