"Me salió muy barato, si pienso en la suerte de los hermanos jesuitas asesinados y en tantas muertes y masacres", añadió, recordando el reciente asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ocurrido el 20 de junio dentro de una iglesia a manos de un cabecilla del crimen organizado, en la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua.
El P. Calvillo Paz aseguró sentirse "honrado de ser hermano de las víctimas de la violencia, inocentes, asesinados, heridos, despojados de sus pertenencias, expulsados de sus pueblos".
"De tantos muertos denunciados y de los no denunciados, los hijos perdidos, desaparecidos o enrolados con los narcos y criminales, todos los inocentes que Andrés Manuel no defiende porque anda dando abrazos a los asesinos y protege a los narcos, 'porque también son seres humanos'", dijo, criticando directamente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y a su política de "abrazos, no balazos" hacia el crimen organizado.
Cerca del final de su carta, el sacerdote mexicano pidió a todos los mexicanos: "¡cuídense mucho, por favor! Tomen su distancia de las bandas criminales, recojanse en su casa".