Reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús llegan a Piura

La ciudad de Piura (costa norte del Perú) recibe hoy las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia y Patrona de las Misiones.

Las reliquias llegarán a la Basílica Catedral de la ciudad al mediodía y a las 7:00 p.m. el Arzobispo Metropolitano de Piura, Mons. José Antonio Eguren, S.C.V, preside una Misa.

Un comunicado de prensa emitido por el Arzobispado de Piura indica que las reliquias de la Santa permanecerán en la Basílica Catedral hasta las 10:00 p.m. "para que los fieles piuranos puedan rezarle y pedir su intercesión por sus necesidades".

Al día siguiente las reliquias visitarán la parroquia Nuestra Señora del Carmen en La Unión y por la tarde regresan a la Catedral de Piura para continuar con las actividades litúrgicas programadas para su veneración.

Las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús visitan Piura en el marco de las celebraciones por los 100 años de la llegada de los Carmelitas Descalzos al Perú.

La urna con parte de las reliquias están en el Perú desde el 30 de agosto y continuarán su recorrido por el país hasta el 30 de noviembre.

La participación devota de los fieles en las actividades programadas para la visita de las reliquias concede indulgencia plenaria.

Breve biografía

Thérèse Martin nació en Alençon (Francia) el 2 de enero de 1873. Tras la muerte de su madre, en 1877, toda la familia Martin se trasladó a Lisieux.

El 9 de abril de 1888 Thérèse ingresó en el Carmelo de Lisieux. Realizó la profesión religiosa el 8 de septiembre de 1890. Iluminada por la palabra de Dios inició el camino hacia la Santidad, inspirada en la lectura del Evangelio y situando el amor en el centro de todo.

En abril de 1896 Santa Teresita sufre una hemotisis. En esa época escribe sus manuscritos donde muestra el grado de santidad que estaba adquiriendo. Su enfermedad va empeorando hasta que fallece el 30 de septiembre de 1897, a los 24 años de edad.

El 17 de mayo de 1925, el Papa Pío XI canonizó a Santa Teresa de Lisieux y la proclamó patrona universal de las misiones, junto con San Francisco Javier, el 14 de diciembre de 1927.

Más adelante, en el primer centenario de su nacimiento, el Papa Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia por la solidez de su sabiduría espiritual y por la acogida de su mensaje espiritual en todo el mundo, difundido por la traducción de su obra en más de cincuenta idiomas. La ceremonia tuvo lugar el 19 de octubre de 1997.