El Alto Tribunal de Inglaterra y Gales revisará la ley del aborto que permite eliminar bebés con síndrome de Down hasta antes de su nacimiento, una medida que ha sido considerada por distintos defensores de la vida como discriminatoria.
La medida legal fue admitida por la corte el 17 de octubre. Fue presentada por Heidi Crowter, una mujer con síndrome de Down, y por Máire Lea Wilson, madre de Aiden, un adolescente de 16 años también con síndrome de Down.
El abogado Paul Conrathe, que representa a ambas mujeres, dijo que este es "un momento de enorme significado" ya que "la Corte ha reconocido que se puede debatir que el Estado está actuando ilegalmente en relación con los bebés con síndrome de Down, al permitir que sean abortados hasta el nacimiento", dijo el jurista en una declaración.