Diversos líderes religiosos han pedido proteger y preservar la presencia cristiana en Jerusalén, ante el incremento de las agresiones cometidas por extremistas judíos contra los fieles y los lugares santos.
En una entrevista concedida al periódico The Guardian, el Patriarca Greco-Ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, denunció que "hoy la Iglesia atraviesa la más severa amenaza a manos de ciertos grupos de colonos judíos" que quieren "erosionar la presencia de la comunidad cristiana" en esta ciudad.
Señaló que estos grupos radicales "están altamente organizados" y que en los últimos años ha aumentado el número de profanaciones de iglesias y lugares santos, así como los ataques contra sacerdotes y fieles.