Para Mons. Estévez es "bendición personal" ser Obispo donde murió Padre Varela

Mons. Felipe de Jesús Estévez consideró una "una bendición personal" su nombramiento ayer como Obispo para la Diócesis de Saint Augustine, en Florida (Estados Unidos), pues ahí falleció el P. Félix Varela, a quien considera "un padre espiritual muy significativo".

El P. Félix Varela fue un sacerdote cubano exiliado durante 30 años en España y Estados Unidos, que dedicó su vida a fundar escuelas, construir iglesias, ayudar a los pobres y combatir el avance del protestantismo.

El P. Varela, en proceso de beatificación, fue considerado por el Papa Juan Pablo II como "piedra fundacional" de Cuba.

En declaraciones a ACI Prensa el 27 de abril, Mons. Estévez señaló que la diócesis de Saint Augustine es "la Iglesia madre de la Florida", porque "la historia de la fe en Norteamérica empezó por esa ciudad, por los misioneros que vinieron desde 1564, mucho antes aún de la llegada a Jamestown" de los ingleses, recién a inicios del siglo XVII.

El Prelado señaló que la diócesis de Saint Augustine "tiene este pasado tan hispano, de tantos siglos, es como un legado a las raíces hispanas de la Florida".

"Como recién nombrado lo primero que tengo que hacer es conocer esa comunidad latina", precisó Mons. Estévez, "mi primera etapa es conocerlos por sus nombres, sentirme cerca de ellos, brindarles mi apoyo, que ellos encuentren en la Iglesia su casa donde el inmigrante no es legal o ilegal, el inmigrante es persona y es bendición".

El Obispo de Saint Augustine afirmó que el reto para su trabajo en esta diócesis "es la Nueva Evangelización, es decir es el reto de siempre, de la indiferencia, de vivir como si Dios no importara, de vivir con una moralidad relativista, donde el matrimonio se negocia y se repiensa y se reestructura".

"Nos tocará continuar en la obra de anunciar el poder de la cruz y resurrección de Jesucristo", subrayó.

Al ser consultado por ACI Prensa sobre la situación pastoral de los cubanos que llegan a Estados Unidos, Mons. Estévez señaló que "es una comunidad necesitada de evangelización, pero necesitada también de acogida y de escucha y necesita el abrazo de la madre Iglesia que los tenga en el corazón y que tenga pastores y comunidades de fe que acompañen a este pueblo en su madurez, en su maduración de la fe".

"Ese pueblo que nos llega no es un pueblo completamente evangelizado, sino es un pueblo que necesita mucha atención pastoral", finalizó.