El Papa Francisco rezó ante tumbas de niños no nacidos y de niños fallecidos en sus primeros años de vida, en el conocido como "Jardín de los Ángeles", dentro del cementerio romano de Laurentino.
Con motivo del Día de todos los Fieles Difuntos, el Santo Padre celebrará una Misa en el cementerio romano de Laurentino, en la periferia romana, pero antes de comenzar la ceremonia eucarística quiso acercarse al sector conocido como "Jardín de los Ángeles", donde están enterrados los cuerpos de niños no nacidos.
El Pontífice no ha pronunciado ningún discurso, simplemente recorrió las tumbas, ofreció un ramo de flores y rezó durante algunos minutos antes de dirigirse a la iglesia de Jesús Resucitado donde le esperaba el Vicario de Roma, Cardenal Angelo de Donatis.