De este modo, el Santo Padre subrayó que "¡cuidado con construir sobre la arena!" porque "para construir una sociedad sana, inclusiva, justa y pacífica, debemos hacerlo encima de la roca del bien común. El bien común es una roca. Y esto es tarea de todos, no solo de algún especialista".
"Santo Tomás de Aquino decía que la promoción del bien común es un deber de justicia que recae sobre cada ciudadano. Cada ciudadano es responsable del bien común. Y para los crisitianos es también una misión. Como enseña san Ignacio del Loyola, orientar nuestros esfuerzos cotidianos hacia el bien común es una forma de recibir y difundir la gloria de Dios", afirmó.
En este sentido, el Papa dijo que "lamentablemente, la política a menudo no goza de buena fama, y sabemos el porqué" y añadió que "esto no quiere decir que todos los políticos sean malos" por lo que alentó a "reaccionar demostrando con los hechos que es posible, es necesaria una buena política, la que pone en el centro la persona humana y el bien común. Si ustedes leen la historia de la humanidad encontrarán tantos políticos santos".
Por ello, el Santo Padre explicó que "es posible en la medida en la que cada ciudadano y, de forma particular, quien asume compromisos y encargos sociales y políticos, arraigue su actuación en los principios éticos y lo anima con el amor social y con amor político".