El Papa Francisco respondió personalmente una carta que recibió de un escritor español que se identifica como agnóstico pero que comparte con el Pontífice la admiración por la pintura "La Vocación de San Mateo" de Caravaggio. En su respuesta el Santo Padre le pidió que rece por él o al menos que le mande "buena onda".
En la misiva, el Pontífice se dirige al escritor Juanma Velasco -quien le envió un libro de su autoría con una carta dentro-, deseándole "lo mejor". "Me sale decirle que por favor, rece por mí y si por honestidad y coherencia interior no lo hace, mándeme, al menos, buena onda para que no traicione mis ideales".
Cuando Velasco se enteró que el Santo Padre tenía un gusto particular por la obra de Caravaggio que él había utilizado en la carátula de uno de sus libros, decidió enviarle una copia de su novela junto a una carta.